Al principio, fue divertido, porque miré el reloj. Eran las 11:11… pero sucedió de nuevo, y me preguntaba si continuará… Y, sí, sucedió de nuevo.
Me preguntaba un poco más al respecto y mi subconsciente, siendo el buen proveedor que es, continuó llamando mi atención cuando el reloj decía 11:11.
- Lo noto cada vez más. Fue un poco espeluznante, a decir verdad.
- Entonces cometí un error y me pregunté si otros pares de números se revelarían de la misma manera.
- Sí, exactamente lo que pensabas, empecé a notar 1:11 y 3:33 y 12:12 y otros pares en el reloj.
- Después de un tiempo, siempre notando los pares de números, me asusté un poco. No pude evitarlo. Me acabo de dar cuenta.
Mi subconsciente había tomado el control, dirigiendo mi atención a un reloj cuando se mostraban números dobles. Podría ser el reloj de casa, el de mi ordenador, los relojes de las tiendas.
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No importaba dónde estuviera. Cuando apareció un número doble en algún lugar de mi entorno, me di cuenta.
Tuve que dejar estas cosas. Me estaba volviendo loco pero, ¿Cómo lo dejé?
Tuve que convencerme a mí mismo, y convencer a mi subconsciente, de que eso no importaba y que ya no me lo pregunto y que ni siquiera tengo curiosidad. Y tuve que mantener esa convicción.
Tomó semanas. Era difícil de hacer. Pero funcionó.